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  • En proporción a nuestra masa corporal, nuestro cerebro es tres veces mayor que el de nuestros parientes más cercanos. Este enorme órgano es peligroso y doloroso de dar a luz, costoso de construir y, en un ser humano en reposo, consume cerca del 20% de la energía corporal a pesar de que sólo representa el 2% del peso del cuerpo. Debe haber alguna razón para todo este gasto evolutivo.