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Las decisiones realmente difíciles... no se centran en el bien contra el mal. Tienen que ver con lo correcto frente a lo correcto. Son auténticos dilemas precisamente porque cada lado está firmemente arraigado en uno de nuestros valores básicos.
Las decisiones realmente difíciles... no se centran en el bien contra el mal. Tienen que ver con lo correcto frente a lo correcto. Son auténticos dilemas precisamente porque cada lado está firmemente arraigado en uno de nuestros valores básicos.