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Cuando un domingo por la mañana oímos repicar las viejas campanas, nos preguntamos: "¿Es posible? Esto se hace a causa de un judío crucificado hace dos mil años que dijo ser el Hijo de Dios. Faltan pruebas de tal afirmación".
Cuando un domingo por la mañana oímos repicar las viejas campanas, nos preguntamos: "¿Es posible? Esto se hace a causa de un judío crucificado hace dos mil años que dijo ser el Hijo de Dios. Faltan pruebas de tal afirmación".