-
Al final sólo hay dos clases de personas: los que dicen a Dios: "Hágase tu voluntad", y aquellos a los que Dios dice, al final: "Hágase tu voluntad". Todos los que están en el Infierno, lo eligen. Sin esa elección propia no podría haber Infierno. Ningún alma que desee seria y constantemente la alegría la echará de menos. Los que buscan encuentran. A los que llaman se les abre.