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Ahora que hemos aprendido que la temeridad y la imprudencia no serán disuadidas de tomar crédito, probemos si el fraude y la avaricia pueden ser más fácilmente refrenados de darlo.
Ahora que hemos aprendido que la temeridad y la imprudencia no serán disuadidas de tomar crédito, probemos si el fraude y la avaricia pueden ser más fácilmente refrenados de darlo.