-
Las fresas que crecen en los jardines
Son gordas y jugosas,
Pero más dulces que los hombres sabios saben
brotan de la vid del bosque.
No hace falta tazón ni cuchara de plata,
azúcar, especias o crema,
La baya silvestre arrancada en junio
Junto al arroyo.
Una que se derrite en la raíz de la lengua,
confundiendo el sabor con el aroma,
supera a un picotazo de fruta del jardín:
Que señala mi argumento.