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Los dientes de león y los ranúnculos doran todo el césped: la abeja somnolienta tropieza entre las copas de los tréboles, y el verano lo endulza todo para mí.
Los dientes de león y los ranúnculos doran todo el césped: la abeja somnolienta tropieza entre las copas de los tréboles, y el verano lo endulza todo para mí.