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Amar a un hijo y amar a todos los hijos, vivos o muertos, son dos amores que confluyen. Amar a un rufián no bueno pero humilde y amar a un hombre honesto que cree ser un hombre honesto -en algún lugar estos dos amores también se unen.
Amar a un hijo y amar a todos los hijos, vivos o muertos, son dos amores que confluyen. Amar a un rufián no bueno pero humilde y amar a un hombre honesto que cree ser un hombre honesto -en algún lugar estos dos amores también se unen.