Ellos nunca han afirmado nada, con respecto a la causa, hasta que la prueba había pasado: mientras que, para hacerlo antes, es una cosa más venenosa en la fabricación de las Ciencias: para quienquiera que haya fijado en su Causa, antes de que haya experimentado; difícilmente puede evitar ajustar su Experimento, y sus Observaciones, a su propia Causa, que había imaginado antes; en lugar de la Causa a la Verdad del Experimento mismo. Refiriéndose a los experimentos del modo aristotélico, en los que una verdad preconcebida se ilustraba meramente para convencer a la gente de la validez del pensamiento original.