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Sé suave con el suave, sagaz con el astuto, confiado con el honesto, áspero con el rufián, y un rayo para el mentiroso. Pero en todo esto, nunca dejes de tener en cuenta tu propia dignidad.
Sé suave con el suave, sagaz con el astuto, confiado con el honesto, áspero con el rufián, y un rayo para el mentiroso. Pero en todo esto, nunca dejes de tener en cuenta tu propia dignidad.