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Claro que soy un hombre religioso y apasionado por la conservación del medio ambiente. Pero también soy un CEO, con todos los malos hábitos y actitudes propios de la especie. . . . Sigo siendo naturalmente egoísta, demasiado confiado, lleno de orgullo y ansioso por controlar una reunión como cualquier director general de Estados Unidos. Todos los días lucho contra mi ego.