-
Este día, Dios indulgente
Ha puesto en mi mano
Una cosa maravillosa; y Dios
Sea alabado. A Su orden,
Buscando Sus hechos secretos
Con lágrimas y aliento fatigoso,
encuentro tus astutas semillas,
Oh Muerte asesina de millones.
Sé que esta pequeña cosa
Una miríada de hombres salvará.
Oh Muerte, ¿dónde está tu aguijón?
¿Tu victoria, oh Tumba?
Poema que escribió tras el descubrimiento de que el parásito de la malaria era transportado por el mosquito amopheline.