Este ejemplo ilustra las diferencias en los efectos que puede producir la investigación en ciencias puras o aplicadas. Una investigación en la línea de la ciencia aplicada habría conducido sin duda a la mejora y el desarrollo de los métodos más antiguos; la investigación en ciencia pura nos ha proporcionado un método totalmente nuevo y mucho más potente. De hecho, la investigación en ciencia aplicada conduce a reformas, la investigación en ciencia pura conduce a revoluciones, y las revoluciones, ya sean políticas o industriales, son muy rentables si se está en el bando ganador.