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  • Cada persona decide en la primera infancia cómo vivirá y cómo morirá... Su comportamiento trivial puede ser decidido por la razón, pero sus decisiones importantes ya han sido tomadas: con qué tipo de persona se casará, cuántos hijos tendrá, en qué tipo de cama morirá... Es increíble pensar, al principio, que el destino del hombre, toda su nobleza y toda su degradación, lo decide un niño de no más de seis años, y normalmente de tres... (pero) es muy fácil creerlo viendo lo que pasa hoy en el mundo, y lo que pasó ayer, y viendo lo que pasará mañana.