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Es difícil olvidar los errores que hemos cometido y los pecados. Dios quiere que lo hagamos porque sabe que la culpa y la condenación nos impedirán llegar a ser lo que Él nos ha creado para ser. La salvación y el amor de Cristo es un regalo. No te lo ganas. Tienes que recibir ese regalo. Creo que una de las cosas más importantes es empezar el día perdonando a los demás y perdonándote a ti mismo. Aprendes de tus errores, pero no creo que tengas que arrastrarlos hasta hoy.