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Vive el presente, pero mantén las manos abiertas al mañana. Anticipa el futuro y sus cambios con alegría. Hay una semilla del amor de Dios en cada acontecimiento, en cada situación desagradable en la que te encuentres.
Vive el presente, pero mantén las manos abiertas al mañana. Anticipa el futuro y sus cambios con alegría. Hay una semilla del amor de Dios en cada acontecimiento, en cada situación desagradable en la que te encuentres.