-
Mientras afirmamos para nosotros la libertad de abrazar, profesar y observar la Religión que creemos de origen divino, no podemos negar una libertad igual a aquellos cuyas mentes no se han rendido a la evidencia que nos ha convencido.
Mientras afirmamos para nosotros la libertad de abrazar, profesar y observar la Religión que creemos de origen divino, no podemos negar una libertad igual a aquellos cuyas mentes no se han rendido a la evidencia que nos ha convencido.