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También aprendí de los distintos compañeros con los que jugué. La clave fueron probablemente tres personas: El buen Dios, los linieros ofensivos con los que jugué y grandes fullbacks que podían bloquear muy bien.
También aprendí de los distintos compañeros con los que jugué. La clave fueron probablemente tres personas: El buen Dios, los linieros ofensivos con los que jugué y grandes fullbacks que podían bloquear muy bien.