Autores:
  • Encienda la televisión o eche un vistazo al periódico: Verá muerte por todas partes. Sin embargo, ¿esperaban morir las víctimas de esos accidentes aéreos y automovilísticos? Daban la vida por sentada, como hacemos nosotros. ¿Con qué frecuencia oímos historias de personas que conocemos, o incluso amigos, que murieron inesperadamente? Ni siquiera tenemos que estar enfermos para morir: Nuestros cuerpos pueden averiarse de repente y dejar de funcionar, igual que nuestros coches. Podemos estar bien un día, caer enfermos y morir al día siguiente.