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Nuestra era se ha vuelto tan mecánica que esto también ha afectado a nuestro ocio. La gente se ha acostumbrado a sentarse y ver una película, un partido de béisbol, un televisor. Puede ser bueno de vez en cuando, pero desde luego no lo es todo el tiempo. Nuestras propias facultades, nuestra imaginación, nuestra memoria, la capacidad de hacer cosas con la mente y las manos, necesitan ejercitarse. Si nos volvemos demasiado pasivos, nos sentimos insatisfechos.