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"No puedo dormir", respondió el nervioso.
"¿Por qué no?" preguntó el amigo.
"Llevo tanto algodón que no puedo dormir pensando en ello. Me está agotando. ¿Qué puedo hacer?"
"Vende hasta el punto de dormir", respondió el amigo.
"No puedo dormir", respondió el nervioso.
"¿Por qué no?" preguntó el amigo.
"Llevo tanto algodón que no puedo dormir pensando en ello. Me está agotando. ¿Qué puedo hacer?"
"Vende hasta el punto de dormir", respondió el amigo.