Autores:
  • Cada período de la vida tiene sus tentaciones y peligros peculiares. Pero la juventud es la época en que somos más propensos a caer en la trampa. Este es, preeminentemente, el período de formación, de fijación, la estación primaveral de la disposición y el hábito; y es durante esta estación, más que en cualquier otra, que el carácter asume su forma y color permanentes, y los jóvenes suelen tomar su curso para el tiempo y para la eternidad.