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No tomar prestada la fuerza de otro, ni confiar en la propia fuerza; cortar los pensamientos pasados y futuros, y no vivir dentro de la mente cotidiana... entonces el Gran Camino está ante tus ojos.
No tomar prestada la fuerza de otro, ni confiar en la propia fuerza; cortar los pensamientos pasados y futuros, y no vivir dentro de la mente cotidiana... entonces el Gran Camino está ante tus ojos.