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Hace muchos años, participaba en un espectáculo de Broadway y tenía que llevar una piel de zorro alrededor de los hombros. Un día mi mano tocó una de las patas del zorro. Parecía estar en dos pedazos. Entonces caí en la cuenta.... de que la pata probablemente había sido partida en dos por la trampa de acero que la había atrapado.