A veces hacemos hincapié en el peligro de una crisis sin centrarnos en las oportunidades que existen. Deberíamos sentir una gran urgencia porque es la crisis más peligrosa a la que nos hemos enfrentado, con diferencia. Pero también nos brinda la oportunidad de hacer muchas cosas que deberíamos estar haciendo por otras razones. Y para resolver esta crisis podemos desarrollar un sentido compartido de propósito moral.