No se puede pensar y tocar. Si piensas en lo que estás tocando, la interpretación se vuelve forzada. Tienes que concentrarte en la música, concentrarte en la música, concentrarte en lo que tocas y dejar que salga lo que tocas. Cuando empiezas a pensar en hacer esto o aquello, no es bueno. Lo que estás haciendo es como un lenguaje. Tienes toda una colección de ideas y pensamientos musicales que has acumulado a lo largo de tu historia musical, además de toda la historia musical del mundo entero.