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Recuerden mi palabra, si y cuando estos predicadores consigan el control del partido [Republicano], y seguro que lo están intentando, va a ser un maldito problema terrible. Francamente, esta gente me da miedo. La política y el gobierno exigen compromiso. Pero estos cristianos creen que actúan en nombre de Dios, así que no pueden ni quieren transigir. Lo sé, he intentado tratar con ellos.