El presidente Obama no ha sido elegido por el pueblo estadounidense para ser agradable a Rusia. Y su humilde servidor tampoco ha sido elegido por el pueblo de Rusia para ser agradable a alguien. Trabajamos, discutimos sobre algunos temas. Somos humanos. A veces alguno de nosotros se enfada. Pero me gustaría repetir una vez más que los intereses mutuos globales constituyen una buena base para encontrar una solución conjunta a nuestros problemas.