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Dios no quiera que perezcan todos los niños, de los cuales muere diariamente una multitud tan grande, sino que también para éstos, Dios misericordioso, que no quiere que nadie perezca, ha procurado algún remedio para la salvación.
Dios no quiera que perezcan todos los niños, de los cuales muere diariamente una multitud tan grande, sino que también para éstos, Dios misericordioso, que no quiere que nadie perezca, ha procurado algún remedio para la salvación.