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Adopté la teoría de la Reencarnación cuando tenía veintiséis años. La religión no ofrecía nada al respecto. Ni siquiera el trabajo podía darme una satisfacción completa. El trabajo es inútil si no podemos utilizar la experiencia que recogemos en una vida en la siguiente. Cuando descubrí la Reencarnación... el tiempo ya no estaba limitado. Ya no era esclavo de las agujas del reloj... Me gustaría transmitir a los demás la calma que nos da la visión a largo plazo de la vida.