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Jesús te ama a ti y a tu pareja y quiere que sepas cuánto le importan. Es como si un padre no quisiera a su hijo porque es gay, y eso está mal y es muy triste. Como dije, todos merecen ser felices. Soy cristiano y te quiero, seas gay o no. Porque no eres diferente de los demás. Todos somos hijos de Dios.