-
Miles de hombres importantes e inteligentes nunca han sido capaces de comprender el principio de la ventaja comparativa ni de creer en él, ni siquiera después de habérselo explicado.
Miles de hombres importantes e inteligentes nunca han sido capaces de comprender el principio de la ventaja comparativa ni de creer en él, ni siquiera después de habérselo explicado.