Goldman Sachs fue el principal responsable del colapso de 2008, pero para entonces su antiguo presidente y consejero delegado, Henry "Hank" Paulson, ya había sido nombrado secretario del Tesoro estadounidense para iniciar la política de rescate bancario, que benefició enormemente a Goldman Sachs, en las últimas semanas de la administración Bush. Goldman Sachs también desempeñó un papel decisivo en el colapso de la economía griega que desencadenó el "pánico del euro" en el que más tarde se sumió Irlanda.