-
Porque nada perturba tanto la mente, aunque se haga con algún fin beneficioso, como innovar e introducir cosas extrañas, y más cuando se hace en materias relacionadas con el culto divino y la gloria de Dios.
Porque nada perturba tanto la mente, aunque se haga con algún fin beneficioso, como innovar e introducir cosas extrañas, y más cuando se hace en materias relacionadas con el culto divino y la gloria de Dios.