Autores:
  • Porque nada perturba tanto la mente, aunque se haga con algún fin beneficioso, como innovar e introducir cosas extrañas, y más cuando se hace en materias relacionadas con el culto divino y la gloria de Dios.

    Saint John Chrysostom, John Keble, Hubert Kestell Cornish, John Medley (1839). “The Homilies of S. John Chrysostom, Archbishop of Constantinople on the First Epistle of St. Paul the Apostle to the Corinthians: Hom. 1-24. Pt. 2. Hom. 25-44”, p.92