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Para que entreguemos nuestro cuerpo y nuestra sangre al sufrimiento y al dolor, como Cristo, no para nosotros mismos, sino para dar cosechas de paz y justicia a nuestro Pueblo.
Para que entreguemos nuestro cuerpo y nuestra sangre al sufrimiento y al dolor, como Cristo, no para nosotros mismos, sino para dar cosechas de paz y justicia a nuestro Pueblo.