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Y aunque no salgas de tu escondrijo seguro, los viejos amigos arden tenuemente, como lámparas en aire ruidoso, ámalos por lo que son; ni los ames menos, porque para ti no son lo que fueron.
Y aunque no salgas de tu escondrijo seguro, los viejos amigos arden tenuemente, como lámparas en aire ruidoso, ámalos por lo que son; ni los ames menos, porque para ti no son lo que fueron.