Qué cosa es sentarse absolutamente solo, en el bosque, por la noche, acariciado por este habla maravillosa, ininteligible, perfectamente inocente, el habla más reconfortante del mundo, ¡el habla que la lluvia hace por sí misma por todas las crestas, y el habla de los cursos de agua por todas partes en las hondonadas! Nadie la inició, nadie la detendrá. Hablará mientras quiera esta lluvia. Mientras hable, yo la escucharé.