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  • Si la padeces, es para toda la vida. Es una enfermedad que no tiene cura. Seguirás montando a caballo incluso después de que tengan que arrastrarte en un viejo y cómodo cob, con los pies como cubos invertidos y la espalda como una silla de chimenea... cuando ya no pueda montar, seguiré teniendo caballos mientras pueda cojear con un cubo y una carretilla. Cuando no pueda cojear, llevaré mi silla de ruedas hasta la valla del campo donde pastan mis caballos, y los observaré.