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Con grácil orgullo, mientras su jinete inspeccionaba cada mano, se soltó y voló en una escapada; sin avanzar, pero con cada salto presionando, y pareciendo aún abandonar su terreno.
Con grácil orgullo, mientras su jinete inspeccionaba cada mano, se soltó y voló en una escapada; sin avanzar, pero con cada salto presionando, y pareciendo aún abandonar su terreno.