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Ver una ladera blanca de cornejos en flor es conocer un éxtasis particular de belleza, pero caminar por los bosques grises del invierno y encontrar los brotes que resucitarán esa belleza en otro mayo es participar de la continuidad.
Ver una ladera blanca de cornejos en flor es conocer un éxtasis particular de belleza, pero caminar por los bosques grises del invierno y encontrar los brotes que resucitarán esa belleza en otro mayo es participar de la continuidad.