Autores:
  • Muchos divorcios no son realmente el resultado de un daño irreparable, sino que implican, por el contrario, un deseo por parte del hombre o la mujer de romper el acuerdo, empezar de cero solos y hacer que la vida les funcione de nuevo. Quieren el riesgo del desastre, quieren tocar fondo, ver dónde está el fondo y, al subir, volver a respirar el aire con alivio y gusto.

    Edward Hoagland (1995). “The Tugman's Passage”