Autores:
  • La creencia de que la política puede ser científica tiene que producir inevitablemente tiranías. La política no puede ser una ciencia, porque en política la teoría y la práctica no pueden separarse, y las ciencias dependen de su separación. La política empírica debe mantenerse dentro de los límites de las instituciones democráticas, que dejan en manos de los sujetos del experimento la decisión de probarlo o no, y de detenerlo si no les gusta, porque en política existe una distinción, desconocida para la ciencia, entre Verdad y Justicia.