-
Algunos de los políticos de este país, en su febril búsqueda de la aceptación del grupo, están dispuestos a respaldar la confrontación tumultuosa como sustituto del debate, y las extensiones más ilógicas e impropias de la Declaración de Derechos como protecciones para los elementos psicóticos y criminales de nuestra sociedad..... Hemos visto con demasiada claridad que hay hombres -ahora en el poder en este país- que no representan la autoridad, que no pueden hacer frente a la tradición y que creen que el pueblo de América está dispuesto a apoyar la revolución siempre que se haga con una voz culta y un perfil apuesto.