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No estoy tan lejos de convertirme en el jugador número 1 del mundo. Sólo me faltan unos 1.000 puntos para conseguirlo. La clave será si puedo jugar mejor y con más regularidad en pista dura. Si sigo jugando bien en la temporada europea de tierra batida y luego llevo esa forma a las pistas duras de Estados Unidos, podría terminar el año como número 1 del mundo.