Conozco a muchos personajes en las
islas, gente que está corriendo - que son
más felices en un barco pesquero que en casa.
Cuando llegué por primera vez
allí, no sé si estaba
huyendo de una verdadera angustia
o corría hacia algo que pensaba
que me haría sentir mejor.
desde que he estado pasando tiempo en
el Caribe, me he dado cuenta
de que no tengo nada de lo que huir.