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En primer lugar quiero dar las gracias a Dios, porque es a quien admiro, ha agraciado mi vida con oportunidades que sé que no están en mis manos ni en las de ningún otro ser humano. Me ha demostrado que es un hecho científico que la gratitud es recíproca. Como dijo el difunto actor británico Charlie Laughton: "Cuando tienes a Dios, tienes un amigo, y ese amigo eres tú".