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No aceptes menos de lo que sabes que quieres. No permitas que alguien sea un imbécil. No permitas que te falten al respeto. Escucha la gran voz de tu cabeza que te dice que te mereces lo mejor, sea lo que sea que decidas que te gusta para ti. Puede diferir de lo que a mí me gusta o de lo que es ideal para mí. Pero lo fundamental es que nunca aceptes menos de lo que sabes que te mereces.