-
Desde el principio, mis padres me abandonaron a mi suerte. Aparentemente inconscientes de que yo era un niño, me trataban siempre como a un adulto, quizá porque ellos mismos no eran un polluelo.
Desde el principio, mis padres me abandonaron a mi suerte. Aparentemente inconscientes de que yo era un niño, me trataban siempre como a un adulto, quizá porque ellos mismos no eran un polluelo.