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He tenido pocos momentos aburridos [en mi vida] y no demasiados tristes y derrotados. Con esto no quiero pasar por alto los años duros y difíciles que he vivido. Pero no me educaron pensando que la vida sería fácil. Siempre esperé trabajar duro por mi dinero y no recibir nada que no me hubiera ganado. Y me parece que los años malos fueron tan pocos que sólo un gruñón empedernido que disfruta compadeciéndose de sí mismo podría quejarse.