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  • Las fiestas de Hollywood no sólo me confunden, sino que a menudo me desilusionan. La desilusión llega cuando conozco a una estrella de cine a la que admiro desde la infancia. Siempre pensé que las estrellas de cine eran personas emocionantes y con talento, llenas de una personalidad especial. Al encontrarme con una de ellas en una fiesta, suelo descubrir que es incolora e incluso asustadiza. A menudo me he quedado callada en una fiesta durante horas escuchando cómo mis ídolos del cine se convertían en personas aburridas y pequeñas.

    Marilyn Monroe, Ben Hecht (2006). “My Story”, p.153, Rowman & Littlefield